PARA QUE CREAN Dr. F. J. May y Dr. H. Lynn Stone Sección II– El Buen Pastor alimenta Sus ovejas (Juan 10-17) Conferencia 9, El Evangelio Para El Agobiado Corazón De Felipe (Juan 14:7 -21)
Introducción
Hemos estado estudiando el evangelio de Juan, específicamente las preguntas de estos cuatro hombres durante el período de conferencias privadas con el Señor. Estas son preguntas que reflejan corazones afligidos. Hemos estado hablando de un evangelio para corazones agobiados, “buenas nuevas para los corazones agobiados”.
Vimos las preguntas y las declaraciones del apóstol Pedro que estaba luchando y debatiendo con la idea de que el Señor se iría, debatiendo la idea de que estaría separado del Señor y su deseo de ir con Él. Hemos observado la pregunta de Tomás cuando dijo: “Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?”
Hemos observado las respuestas a las preguntas de cada uno de estos hombres y vamos ahora a la tercera pregunta, la que le hizo Felipe al Señor.
Escritura: Juan 14:7-21
“Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y la habéis visto. Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me ve réis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que ama; y el que me amaré, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él”.
A. Trasfondo
1. El deseo de Felipe de conocer a Dios Sale del corazón agobiado de este discípulo, Felipe, el deseo de conocer a Dios más claramente, de entender a Dios, de realmente verle. Este discípulo es como muchos de nosotros. Hay tanto que yo mismo quisiera saber acerca de Dios. ¿Tiene usted alguna pregunta esta noche de cómo luce o acerca de Su poder? Cuando la palabra “Dios” es mencionada, ¿qué tipo de imagen viene a su mente? ¿Piensa usted en un trono de poder glorioso o piensa usted la imagen de un padre? ¿Qué viene a su mente cuando alguien dice “Dios”?
2. La petición de Felipe, “muéstranos el Padre”
Jesús les acababa de decir que partiría, les dijo: “Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais. He venid o a este mundo, me he presentado y he presentado al Padre, el Señor Dios de la Gloria”. Pero Felipe todavía no podía entender esto. “Señor, muéstranos el Padre, y nos basta”, dijo Felipe.
Ya les he mencionado anteriormente que las cuatro preguntas de estos cuatro hombres tienen que ver con algo que ellos quieren ver con sus ojos naturales. Quieren comprender con el entendimiento humano esas cosas que solamente se pueden comprender por fe. Quieren ser capaces de poner sus manos sobre algo que puedan sentir, tocar y entender por medio de los sentidos. Felipe quiere ver al Dios Todopoderoso. Felipe quiere ver al Padre.
1. El deseo de tener un Dios que se pueda ver Felipe quiere un Dios que él pueda ver, un Dios que todos puedan ver. Es por esta razón que la idolatría prevalece tanto en este mundo. De alguna manera, las personas necesitan tener un punto de contacto, un punto de identificación con el ser al que ellos le rinden culto. Ellos quieren un Dios que puedan tocar, sentir y ver.
2. El Dios que no puede ser visto Mas la Palabra de Dios nos enseña que el Dios de lo alto es santo y ningún hombre puede ver. De hecho, si ellos pudieran verle quedarían ciegos por Su gloria, Su gracia y Su poder. La Biblia dice que ningún hombre ha visto a Dios. Pero Jesús comenzó a explicarle a ese corazón y a esa agobiada de este hombre, “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre”.
3. El corazón atribulado de Felipe Por alguna razón el corazón de Felipe todavía estaba afligido. Jesús ya había declarado ser el camino, con todo, ese camino le guiaba hasta la cruz. Él había declarado ser la verdad, con todo, Él no pudo conseguir un solo líder religioso en la comunidad entera que pudiera adoptar Sucausa. Él había declarado ser la vida, con todo, un sentimiento de presagio se sentía en esa congregación encerrada, y, Jesús estaría muerto en las próximas veinticuatro horas. Confusión y aflicción todavía reinaban.
Entonces Jesús, para poder contestar la pregunta de Felipe empieza a hablarle de Su relación personal con el Padre. Es una linda enseñanza, le dice que hay cinco maneras de entender a Dios. Existen cinco formas particulares para poder ver a Dios, abrir nuestro corazón y entenderle,entender nuestra relación interpersonal con Él para que las dudas y las tribulaciones puedan ser echadas fuera y que nuestra fe pueda ser firme y fuerte. Veamos brevemente esos cinco pasos.
B. Cinco maneras de conocer a Dios
1. Conociendo a Dios a través de Cristo Primero que todo Él dijo: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre”. Por medio de Jesucristo, el Hijo de Dios, aprendemos todo lo que necesitamos saber acerca del Padre. Él fue Dios quevino al mundo en cuerpo y alma para revelar al Todopoderoso. Él fue la Palabra vida en lacreación y antes de la fundación del mundo. Él es la Palabra viva por medio de la cual el Todopoderoso se comunica con el mundo y hace conocer Su poder, Su amor, y Su gracia redentora.
2. Conociendo a Dios al creer en Su palabra En segundo lugar, Él dijo: “creed también en mí, en mis palabras”. Para algunas personas no es suficiente escuchar las palabras del Señor, no es suficiente ir a la Palabra de Dios, a la Santa Biblia, y de ahí vislumbrar, obtener una idea y una visión de Dios que pueda satisfacerles. Para
algunas personas no es suficiente con leer la Palabr a, tener fe, actuar basadas en la Palabra, y responder a la Palabra de Dios.
Oh, crea en la Palabra de Jesús. Me gustaría que de alguna manera aprendiéramos el tipo de fe que tenía el noble. Porque cuando Jesús le dijo: “Vé, tu hijo vive”, ese hombre sin cuestionar se fue, caminó en fe, caminó con entendimiento, caminó en plena confianza. Se quedó esa noche ahí, descansó y al día siguiente salió hacia su hogar, sin dudar, sin temer, se tomó su tiempo, sin estremecerse, sin estar bajo tensión ni bajo presión.
¡Oh, escúcheme ahora! Quiero decirle que no importa el problema, aunque sea la misma muerte; no importa cuál sea el problema que enfrenta en su vida, si es lamento, tribulación, si es coacción y tensión, si es presión y preocupación, crea en las palabras de Jesús. Manténgase firme en Su santa Palabra, así usted podrá caminar en fe, caminar en Su poder y en Su fortaleza porque Él apoya Su Palabra. Con Su mandato y con Su Palabra viene también la autoridad y el poder parasobrellevar cualquier cosa que Él nos mande.
3. Conociendo a Dios al creer en Su obra En tercer lugar, Él dijo: “el Padre que mora en mí, él hace las obras. Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras”. Gracias a Dios. Este es un sermón en sí el hablar sobre las grandes obras de Dios, las obras que se ven en el proceso natural, las obras que se ven en el universo y la maravillosa obra de Dios en la creación, la maravillosa obra de Dios en la historia y la magnífica obra redentora de Dios. Nos tomaría muchas horas tratar de enumerar las grandes y maravillosas obras que Él ha hecho en todas las épocas.
Jesús dijo, “creed en las obras que yo hago”. Muchas personas en la actualidad todavía se preguntan si Dios realmente existe. Recuerdo haber leído sobre filósofos y teólogos tratando de memorizar todo tipo de argumento sobre la existencia de Dios. Me ha cansado con ese tipo de ejercicio. Le aconsejo que no se preocupe por eso porque, hoy en día, la obra de Jesucristo en el corazón de las personas es prueba viva de la existencia del poder de Dios y de Su maravillosa y milagrosa gracia. ¡Aleluya!
Cuando veo a un hombre mentiroso, ladrón o ebrio que de la noche a la mañana ha sido transformado por el poder de Dios, entonces es cuando creo en las obras del Señor Jesucristo, y, entonces es cuando usted sabrá que hay un Dios en el trono, un Dios que tiene poder para salvar, para redimir y transformar.
Sé que hay algunos que dudan y algunos críticos que de vez en cuando señalarán a cualquiera que haya caído o haya reincidido; ¡ande!, mírelos si usted quiere. Mantenga sus ojos en ellos si usted quiere. Pero por cada persona que usted pueda señalar aquí y ahora, o por cualquiera que usted crea que es hipócrita porque han caído, han reincidido o han tenido un lapso de fe, yo puedo señalar a cientos de personas que con Jesús han pasado por fuego, se han mantenido en la fe, han sido obedientes a Dios, han vivido la vida, han vencido porque la gracia de Dios está en sus vidas. ¡Aleluya. Alabado sea Su nombre! Lo que le estoy diciendo hoy es que lo que Jesús hace en la vida de un individuo es la mayor prueba de la existencia de Dios que usted pueda tener.
4. Conociendo a Dios al aprender el poder de la oración En cuarto lugar, lo que el Señor dice es, “aprendan el poder de la oración”. “Si se desarrollan en la oración”, dice Él, “si realmente supieran lo que significa orar, ustedes llegarán a un lugar donde no hay dudas. Verán a Dios en Su gloria. Aprenderán a acercarse a Su trono en fe y llegarán a un punto que: todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré”.
Si tan sólo la iglesia aprendiera a orar como Jesús oraba, déjeme decirle que entonces habrá tal demostración de la gloria del Todopoderoso que este mundo haya visto antes. Déjeme decirle que si usted está luchando con las dudas y los temores, existe una muy buena respuesta. De todos los argumentos que usted puede acumular o enumerar en un libro, la oración es el más grande argumento sobre la existencia del poder, la gracia y el amor de Dios. ¡Aleluya!
¡Cuán maravillosa y gloriosa experiencia de la santa comunión con el infinito Dios Todopoderoso que abarca el universo y toca nuestras vidas! ¡Qué gloriosa y maravillosa oportunidad de llegar audazmente ante el trono de la gracia!
Aunque seamos golpeados o tocados por las enfermedades, Jesús era igual que nosotros. Y por eso dijo que podíamos venir valientemente ante Él. Usted puede ser audaz y encontrar la gracia para ayudar en el momento de necesidad.
Déjeme decirle que si Dios no existe, entonces hay millones de personas bobas alrededor del mundo que le oran a Él. Pero, gracias a Dios que usted sabe que ha sido tocado por Él y que ha contestado sus oraciones, cosas que usted pensó nunca ocurrirían se cumplieron; usted se enfrenta a lo imposible, usted va por el valle de sombras sin encontrar la salida y entonces usted se postra delante de Él a implorar por Su voluntad e intervención divinas. Él lo solucionó. Él sacó de su vida al tipo de persona que Él quería de usted a través de la oración, por medio de un proceso usted llegó a conocerle íntimamente, usted llegó a posar su mirada en Él en vez de retraerse en temor como si la mano de juicio se extendiera para matarle. Usted fue capaz depostrarse a Sus pies con sus manos extendidas hacia Él, le abrazó, tomó Su amor y le llamó Padre.
¡Oh, padre! ¡Oh, padre! No sé lo que esa palabra trae a su mente, pero a mí me dice que tengo un fabulosa papá. Todavía me emociona el estirar mis brazos hacia él. Todavía le respeto y le amo. Hubo ocasiones cuando él me enseñaba con una vara de rectitud. Me enseñó a entender el valor de un buen día de trabajo. Me hizo rico porque me ayudó a entender el valor de un buen día de trabajo. Con la vara de corrección me comprobó que él se preocupaba por mi vida, por mi alma y por lo que me ocurriera. Yo entiendo todo eso.
Entiendo esos momentos que él hizo lo imposible cuando mi hermana y yo moríamos de fiebre tifoidea. Junto a mi madre él nos cuidaba y oraba. Entiendo todo ese tiempo que él trabajó para que yo tuviera algo. L a palabra “padre” significa mucho para mí. Y sólo pensar que por medio de Jesús podemos llegar al mismo trono, recibir el Espíritu de Dios y clamar “Abba Padre”. ¡Eso significa mucho más para mí!
5. Conociendo a Dios al recibir el Espíritu de Dios Jesús prácticamente nos dijo, “si aprenden lo que es el poder de la oración, aprenderán acerca de Dios. ¿Quieren ver a Dios? Creed en mis palabras y en las obras que yo hago, y algo más, recibid al Consolador”. El “Padre,…os dará otro Consolador”.
La palabra “otro” proviene de la traducción del griego que quiere decir “otro del mismo ejemplo que Yo, otro del mismo tipo”.“He estado con ustedes, he estado a su lado. He sido su maestro, su autoridad. He sido la presencia por medio de la cual ustedes obran con autor idad y poder en oración, en prédica y enseñanza en este mundo. Ustedes han estado conmigo, me han visto, me han sentido. Pero voy a enviarles a otro de mí mismo tipo, otro Consolador”.
Quisiera tener tiempo para hablarles de la palabra “consolador”. Proviene de la traducción de la bella lengua griega cuya raíz se extiende por toda la Biblia. Parte de esa palabra el “PARACLETO” se extiende para significar consuelo y aliento. Encontramos en toda la Escritura muchos temas sobre el consuelo y el aliento. Solamente en el libro de 2 Corintios encontramos que las raíces de esa palabra son mencionadas unas veintiocho veces, a veces es traducida como consuelo, otras como aliento, otras como súplica.
Lo que le estoy diciendo aquí es que ese Consolador santo, el Espíritu Santo es la fuente principal y el recurso de todo consuelo, fortaleza, gracia y poder. Él dice, “si quieren que sus corazones afligidos sean sanados, si quieren sus preguntas contestadas, si quieren conocer a Dios, reciban el Espíritu Santo y Él les enseñará, les guiará y andará con ustedes. Él será su consejero y defensor. Él será su abogado y presentará su caso. Él habitará con ustedes porsiempre. Él está con ustedes hoy y habitará en ustedes”. Aleluya por el Espíritu Santo. ¿Levantaría su mano para adorarle?
Hemos estado estudiando el evangelio de Juan, específicamente las preguntas de estos cuatro hombres durante el período de conferencias privadas con el Señor.