PARA QUE CREAN Dr. F. J. May y Dr. H. Lynn Stone Sección II– El Buen Pastor alimenta Sus ovejas (Juan 10-17) Conferencia 7, El Evangelio Para El Agobiado Corazón De Pedro (Juan 13:33-38)

A. Introducción y trasfondo

   1. Las cuatro preguntas de los discípulos Comenzando en Juan 13:36 y continuando hasta el capítulo catorce encontramos preguntas que provinieron de los corazones turbados de los discípulos de Jesucristo, encontramos cuatro preguntas de cuatro diferentes personas. Todas estas preguntas se relacionan con algo que les inquieta severamente, revelando así un corazón agobiado en cada uno de ellos.
   2. La relevancia actual de estas preguntas Estas preguntas, que fueron expuestas hace ya tanto tiempo, todavía son relevantes en la actualidad porque hay personas que todavía luchan con el mismo tipo de preguntas y problemas que los discípulos expresaron durante ese período de conferencias privadas con su Señor, cuando Él les llevaba lejos y les hablaba de Su partida.
   3. Escritura: Juan 13:33-38

Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir. Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

Le dijo Simón Pedro: Señor, ¿a dónde vas? Jesús le respondió: A donde yo voy, no me puedes seguir ahora; mas me seguirás después. Le dijo Pedro: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? Mi vida pondré por ti. Jesús le respondió: ¿Tu vida pondrás por mí? De cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces.

   1. Un nuevo mandamiento Durante las horas que Jesús pasó a puertas cerradas con Sus discípulos, Él llevó a cabo la gran ceremonia y acto simbólico del lavatorio de pies, demostrando con ello cómo es que exactamente llegamos a la grandeza y lo que Dios llama grandeza. En esa misma hora Él les dio a Sus discípulos un mandamiento nue vo, que nos amemos los unos a los otros tal como Cristo nos amó.
   2. Corazones atribulados Luego continuó diciéndoles cosas que causaron aflicción al corazón de cada uno de los discípulos. Había fuertes razones para que sus corazones estuvieran afligidos esa noche. Una de ellas fue la de un discípulo que se fue esa noche y traicionó al Hijo de Dios. La traición siempre lleva al lamento y a la angustia. Otro de los discípulos negó tres veces a Jesús esa misma noche. Esa era otra de las razones para que tuvie ran corazones atribulados. Luego Jesús les anuncia que iría a un lugar donde ellos no pueden seguirle, esto significaba que pronto se separaría de ellos, estaría lejos de sus miradas, lejos de ellos. Ciertamente esto les causaba aflicción.
         1. Las preguntas de los discípulos y las respuestas del Señor Después de Su anuncio, siguieron preguntas tras preguntas que estaban asfixiando los corazones de los discípulos. Jesús contestó todas las preguntas. En realidad esas respuestas son interesantes
         2. y queremos echarles un vistazo. Veremos una de esas respuestas en esta lección y las otras en la lección siguiente.
   3. Las preguntas de los discípulos fueron basadas en lo que vieron Todas las preguntas que los discípulos hicieron fueron basadas en lo que vieron. Ellos querían entenderlo todo más claramente. Ellos querían ver. Ellos querían saber. No querían preguntas. No querían sentir miedo preocupación o tener ninguna en sus mentes.

Eso es naturalmente humano. A nosotros también nos gustaría hacerlo así. ¿Acaso no le gustaría a usted vivir en una situación donde no haya preocupaciones o dudas o miedo o preguntas y más bien que usted entendiera todo acerca de la vida? ¡Oh, eso sería maravilloso! Pareciera que eso era lo que ellos querían. Pero en este caso, como en todos los casos, esa no parecía ser la voluntad de Dios porque a veces Él quiere enseñarnos como caminar paso a paso en la fe.

B. La pregunta de Pedro y la oración del Señor

         1. “Señor, ¿a dónde vas?…¿por qué no te puedo seguir ahora?” Simón preguntó: “Señor, ¿a dónde vas?…¿por qué no te puedo seguir ahora?” Su pregunta tenía que ver con la separación de su Señor, con no tenerlo a la vista en el futuro porque ya había caminado con Su Señor por tres años y medio. Como usted sabe, todos nos acostumbramos a caminar con Jesús y a saber que Su presencia está latente, a verle y saber que podemos poner nuestra mano sobre la suya y tocarle. Repentinamente el Señor anuncia que se separará, que irá donde no le pueden seguir.
         2. Sin lugar a duda, esto haría que su corazón se atribulara. Simón Pedro quiere seguir a Jesús ahora, quiere ir con Él ya mismo. Donde quiera que su senda le lleve, estará bien si camina con Jesús. Cualquiera que sea el deber que deba cumplir, estará bien siempre y cuando ande con Jesús, cuando el Se ñor esté a la vista, al oído; cuando esté cerca todo estará bien.
   1. “No me puedes seguir ahora; mas me seguirás después” Jesús le dijo: “no me puedes seguir ahora”, queriendo decirle que no podía compartir la cruz a la que estaba por ir. Queriendo decirle que no podía seguirle al Gólgota, morir y luego ascender con Él. “Mas me seguirás después”, continuó el Señor, queriendo decirle a Simón Pedro que él pasaría por el camino del sufrimiento, lamento, humillación y servicio. Pedro aprendería“después” lo que significaba tomar su cruz y seguir a Jesús.

a. El sufrimiento de 1 Pedro Pedro realmente aprendió su lección. Pedro aprendió lo que implicaba seguir a Jesús. Aprendió lo que significaba entregar la vida entera ante el altar del servicio cristiano y andar por el camino del deber y rectitud para seguir a Jesucristo. Todo lo que usted debe hacer es leer la primera carta de la primera epístola de Pedro para observar la bella y organizada presentación del ministerio de sufrimiento.

Simón Pedro usa la palabra “aflicción” (sufrimiento) catorce veces en 1 Pedro. Siete de esas veces tienen que ver con la aflicción de Jesucristo. Siete de esas veces tienen que ver con el sufrimiento de los cristianos que le seguimos a Él. Sí, él aprendió lo que implicaba seguir a Jesús. Aprendió lo que significaba levar grandes cargas de aflicción y lamento. Pedro aprendió lo que significaba vivir bajo presión en el momento en que había aflicción o lamento y las personas le daban la espalda. Aprendió lo que implicaba sufrir por Cris to.

b. La autoconfianza de Pedro En este caso, venció su autoconfianza. Supongo que se sintió un poco seguro de sí mismo porque respondió como diciendo, “estoy listo para ir contigo”, “mi vida pondré por ti”. Jesús le vio y le hizo una pregunta. A veces pienso que el Señor nos toca muy profundamente cuando nos hace ese tipo de preguntas que tienen que ver con que le obedezcamos, con que le sirvamos completamente o no.

Él dijo: “¿Tú pondrás tu vida por mí?” Y continuó diciendo: “De cierto, de cierto te digo: no cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces”. Este hombre al que Jesús mismo había denominado ‘Cefas’, que por interpretación significa piedra, es el mismo hombre al que miraban como si fuese hombre roca. Este hombre estable y constante se derrumbaría, como arena, en aflicción ante la presión de la tentación y antes de que la noche caducara.

Es peligroso estar tan confiados en nosotros mismos, porque, como usted sabe, nuestra verdadera fidelidad y nuestra habilidad para vencer no se basa en entregar nuestra vida para Cristo, sino que se basa en el hecho de que Él entregó Su vida por nosotros. De aquí proviene nuestra fortaleza, de aquí proviene nuestra victoria, de aquí proviene nuestro poder. De aquí debeprovenir nuestra presunción, no en lo que nosotros podemos hacer por Él, sino en lo que Él ya hizo por nosotros, aleluya, Él ya dio Su vida por nosotros.

C. La respuesta del Señor a nuestras preguntas actuales

La misma pregunta nos hacemos en la actualidad, “¿cómo es que una persona puede sobrellevar las cosas de este mundo cuando el Señor ha partido a otro lugar?” Juan, en su evangelio trata con este problema una y otra vez. Nos enseña cómo debemos vivir, cómo debemos trabajar, cómo debemos caminar en fe, cómo debemos caminar en obediencia mientras esperamos la segunda venida del Señor Jesucristo.

1. No se turbe vuestro corazón Esta es la respuesta tanto para la pregunta de Simón Pedro y para nuestra pregunta: “No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también mí”. Así es que debemos substituir nuestras preguntas por una genuina vida de fe cuyo objetivo principal es creer en Dios. No sé lo queharíamos esta noche si no pudiéramos contar con Dios y creer en Él, porque sabemos que Él es omnisciente y hará lo correcto para con nosotros.

La cosa más maravillosa que haya venido a mi mente es pensar en el hecho de que Dios me cuidará. Puedo confiar en que Él obra para mi beneficio, Él hará lo correcto. Tal vez no parezca así en ese momento, tal vez parezca que vamos hacia incertidumbre o desilusión sintiendo cualquier tipo de emociones en el corazón. Pero, Él hará lo correcto para conmigo, puedo confiar en Él sin importar cuáles sean las circunstancias que vengan contra mí.

Amigo (a), quiero que confíe en el hecho que hay un Dios en el cielo, que no ha bajado de Su trono, todavía está allí. Todavía tiene el control, todavía está en el trono. Él le conoce, sabe dónde usted está. Él le tratará bien, hará lo correcto para con usted. ¡Aleluya. Alabe Su nombre!

2. Creed también en mí La segunda respuesta a la pregunta inicial es esta “creed también en mí”, es el creer en Cristo. ¡Qué bonita y maravillosa experiencia cuando Dios toca su mente, su corazón y todo su ser con poder iluminador y esclarecedor. De repente usted se da cuenta de quién realmente es usted y de su necesidad clamando por Jesucristo y listo para recibirle como su Salvador. Luego usted va más allá y le acepta como su Señor y muy pronto encuentra que su vida entera envuelve a Jesucristo y que usted mismo se envuelve en Él, su vida entera gira alrededor de Jesucristo.

¡Oh!, Él es el centro de todo, es el centro de la Palabra, el centro de la historia. Él es el centro, el corazón de la iglesia y el centro de nuestras vidas. Le agradezco a Dios esta noche porque Jesús está en el ce ntro de todo. Si usted estudia la Biblia y lee el Nuevo Testamento varias veces, usted verá que un día Él estará en el centro de todo. Cuando Dios una todo lo que existe en Jesucristo,Él será el centro de todo el universo.

De acuerdo a Colosenses 1:17, “todas las cosas en él subsisten”. Esto significa que todo se sostiene en Él como una gran fuerza de gravitación de alcance universal. En todo tiempo y por la eternidad, Jesús está en el centro de todo el universo, de todos los sistemas que ni siquiera conocemos. ¡Gracias a Dios! Porque todo gira alrededor del Hijo del Dios viviente que nos amó y se entregó a Sí mismo por nosotros.

Cuando pienso en Su grandeza, en la grandeza de Su amor, no me puedo controlar. Discúlpeme hoy si no me puedo controlar, pero quiero decirle que mi corazón se emociona al saber lo que Jesucristo realmente significa para nosotros. “Si tienen preguntas, si tienen un corazón afligido, creed en mí”, eso es lo que realmente dijo nuestro Señor.

3. Creed que hay un cielo Lo siguiente que dijo fue, “creed en un lugar, en el cielo, voy, pues a preparar lugar para vosotros”. En estos tiempos vivimos bombardeados con todo tipo de filosofías e ideas que niegan cualquier tipo de existencia futura. Las filosofías orientales recorren nuestra tie rra hablando de una eternal insignificancia. Recuerdo en una ocasión estar sentado estudiando las clases filosóficas orientales, hinduismo, budismo y demás, y, todo el vacío y la puerilidad de la vida. Con razón hay tanta desesperanza. Con razón que en los países extranjeros donde no se conoce a Jesucristo las personas viven como autómatas.

Creo que hay un cielo. Creo que hay otro lugar después de este mundo. Creo que hay vida después de la muerte. Creo que éste es solamente el comienzo de nuestro desarrollo. Cuando somos tocados con la vida eternal de lo alto, eso sólo significa el comienzo de nuestro potencial para desarrollarnos eternamente.

Jesús dijo: “voy, pues, a preparar lugar para vosotros”. ¡Aleluya! Hay un lugar de puro gozo y el Señor nos lo está preparando. Gracias a Dios que puedo creer que hay un cielo, gracias a Dios por la esperanza que tenemos por medio del Señor Jesucristo.

4. Creed en Su regresoFinalmente Él dijo: “Y si me fuere y os prepararé lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo”. Este es el mensaje de Su venida. Crea en Su venida. Yo sé que hemos escuchado esto una y otra vez, que cantamos sobre esto una y otra vez, pero hay momento en que nuestro corazón realmente se atribula y es entonces cuando sentimos que este mundo no es nuestro hogar. Usted sabe, como en esos días que usted comparte con sus amigos en la calle principal del centro de la ciudad pero se siente como un extranjero en tierra extraña y en un mundo extraño.

En ese momento, la esperanza de la segunda venida de l Señor revive en su corazón y le trae consuelo y fortaleza. Ésta es la buena nueva para el corazón afligido que se conmueve con la partida del Señor. Ésta es la buena nueva para el corazón abatido en estos tiempos. Creyendo en Dios con una fe inmovible, estando firmes en Su Palabra y confiando en Sus promesas. Creyendo en Jesucristo el Hijo de Dios, nuestro Salvador y Señor. Creyendo que hay un lugar que Él ha preparado, un cielo de rectitud y belleza que ni siquiera podemos imaginarnos o entender. Todo esto tiene que ser revelado por el Espíritu antes de que podamos entender lo que implica creer en que Jesús vendrá otra vez. Un fe viva y vibrante en la Palabra de Dios y en la venida del Señor Jesucristo contestará algunas de las preguntas del corazón agobiado. 

Comenzando en Juan 13:36 y continuando hasta el capítulo catorce encontramos preguntas que provinieron de los corazones turbados de los discípulos de Jesucristo, encontramos cuatro preguntas de cuatro diferentes personas.