PARA QUE CREAN Dr. F. J. May y Dr. H. Lynn Stone Sección III · Mensajes del Evangelio de Juan 18 -21 Conferencia 2, El Señor Y Los Que Le Arrestaron (Juan 18:3 -13)

Escritura: Juan 18:3-13

Judas, pues, tomando una compañía de soldados, y alguaciles de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allí con linternas y antorchas, y con armas. Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir, se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis? Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy. Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba. Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra. Volvió, pues, a preguntarles: ¿A quién buscáis? Y ellos dijeron: A Jesús nazareno. Respondió Jesús: Os he dicho que yo soy; pues si me buscáis a mí, dejad ir a éstos; para que se cumpliese aquello que había dicho: De los que me diste, no perdí ninguno. Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco. Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber? Entonces la compañía de soldados, el tribuno y los alguaciles de los judíos, prendieron a Jesús y le ataron, y le llevaron primerame nte a Anás; porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote aquel año.

1. Judas Sin llegar al mismo tipo de detalles que el de los escritores sinópticos, Juan simplemente hace cinco declaraciones cortas pero incriminadoras contra Judas, quien era uno de los doce.

a.
Judas, el que traicionó a JesúsLa palabra griega PARADÍDOMI (#3860) traducida también como ·traicionado·, es un verbocompuesto que proviene del verbo DÍDOMI (#1325), que significa ·entregar·, y la preposición PARÁ (#3844), que significa ·cerca, a cuenta de·. Entonces Judas ·entregó· a Jesús ·a cuenta de· él mismo a los judíos. Juan no hace mención del beso traidor (Mateo 26:48, 49; Marcos 14:44,45; Lucas 22:47). Tal pareciera que para Juan esto es secundario al horrible acto de ·entregar a Jesús· a los judíos.
b.
Judas conocía aquel lugar El apóstol explica que Judas ·conocía aquel lugar, porque muchas veces Jesús se había reunido allí con sus discípulos·. La palabra griega ·reunir· (SUNÁGO, #4863) de la cual se deriva la palabra sinagoga, especialmente significa ·entretener, hospitalariamente· (Strong). Judas fue privilegiado al entrar en los momentos más íntimos de retiro, relajamiento e interacción con el Señor.
c.
Judas tomó una compañía de soldadosJudas ·tomando· (LAMBÁNO, #2983) a los hombres, en el sentido de ·echar mano·, opuesto a la forma pasiva de ·recibir· (DÉJOMAI, #1209) o de su forma más agresiva (JAIREÁOMAI, #138). Así como él no forzó a los judíos a proveer acompañantes militares, tampoco aceptó pasivamente su presencia. Judas mismo fue participante activo en reclutar a los hombres que le acompañarían para aprender a Jesús.
d.
Judas fue allí Nótese cuidadosamente la expresión de Juan. ·Judas, pues, tomando una compañía de soldados, y alguaciles de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allí·. La formación del verbo ·fue· (ERJETAI) es singular. Claramente vemos que Judas es el responsable por la llegada de todo ese grupo para llevar de nuevo a Jesús ante los judíos.
e.
Judas ·estaba también con ellos· Después de la llegada y la pregunta inicial, Juan es muy cuidadoso en anotar que ·estaba también con ellos Judas, el que le entregaba·. No era el simple hecho de que Judas había guiado a la multitud hasta el huerto para llevar a cabo el arresto del Señor. Judas mismo fue un participante activo, junto con los soldados y los alguaciles de los fariseos, en el sórdido e injusto arresto de Jesús. Así es que con estas cinco declaraciones, Judas fue claramente incriminado como la primordial persona responsable del arresto del Señor. El hecho de haber estado íntimamente asociado con Jesús como uno de los doce pero que ahora escoge estar al lado de los soldados romanos y las autoridades del templo hace de su traición algo más escandaloso.

2. La ·compañía de soldados y alguaciles de los principales sacerdotes y fariseos· Una ·compañía· era una ·brigada romana o la décima parte de una legión, y, por lo tanto tenía cerca de 600 hombres· que probablemente se refería a la ·milicia del castillo Antonia, la cual durante la Pascua estaba disponible para ayudar al Sanedrín a guardar el orden· (Griego Expositivo del Nuevo Testamento, pág. 847). Algunos eruditos insisten que solamente parte de la brigada vino con Judas, pero esto es meramente una especulación. El artículo pareciera implicar que el grupo completo de 600 soldados acompañó al traidor al huerto.

Estos soldados se adherían a los ·oficiales· o ·alguaciles del templo· de los sacerdotes y fariseos. No se nos dice por qué tantos hombres de dos grupos de autoridades completamente diferentes fueron enviados para apresar a Jesús. Pero la anotación pareciera indicar que Judas mismo era responsable. Posiblemente esto era porque, aunque siendo traidor, Judas reconocía el asombroso poder de Jesús. O, quizás los judíos no confiaban en los romanos y no sentían que sus oficiales eran suficientes.

No importando cual fuera la razón, una multitud de alrededor de seiscientos hombres vinieron con ·linternas y antorchas, y con armas· para arrestar al Galileo de Nazaret quien estaba desarmado. Incluido en esta multitud se encontraba Malco, siervo del principal sacerdote, cuya oreja fue cortada por Pedro y puesta en su lugar por las manos de Aquel que ellos vinieron a arrestar. Probablemente, la mayoría de estos hombres sentían que estaban cumpliendo con su obligación, cumpliendo órdenes, sin tener la más mínima idea de que estaban por arrestar al Rey de Gloria.

B. El conocimiento del Señor cuando fue arrestado

  1. El conocimiento del Señor y la ignorancia de la multitud El conocimiento del Señor se plasma en pleno contraste con la ignorancia de los que le arrestaron. Evidentemente ellos pensaron que Él iba a pelear, por eso trajeron a todo undestacamento de soldados armados. Ellos pensaron que Él se escondería, por eso trajeron antorchas y linternas en una noche cuando la luna llena brillaba. Ellos sólo sabían que buscaban a un hombre conocido como Jesús que procedía de la baja y despreciada ciudad de Nazaret.
  2. La descripción de Juan sobre el conocimiento del Señor Pero Jesús vino al encuentro de ellos ·sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir·. En el capítulo trece, Juan nos da más información sobre el asombroso conocimiento del Hijo de Dios. Nótese sus cuatro declaraciones específicas.

Juan 13:1 · Sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre.

Juan 13:3 · Sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba.

Juan 13:11 · Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos.

Juan 13:18 · Yo sé a quienes he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar.

    1. El conocimiento del Señor no era omnisciencia Juan no implica que el conocimiento de Jesús era la omnisciencia de la naturaleza divina. Aunque Jesús es ciertamente divino ·en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento· (Colosenses 2:3) y en el ·que habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad· (Colosenses 2:9). Cuando vino al mundo, el Señor escogió despojarse a Sí mismo de la gloria que había conocido con el Padre por la eternidad.
    2. Pablo dijo que: ·se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a loshombres· (Filipenses 2:7). De otro forma, no se hubiera podido decir de Él: ·Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres· (Lucas 2:52).
  1. El conocimiento del Señor era un conocimiento aprendido Más bien, Jesús sabía porque había aprendido. La palabra griega traducida como ·impulsar· (PROKOPTO, #4298) viene de la raíz que quiere decir ·cortar· ·avanzar·. El cuadro es el de aquel que corta los árboles para poder abrir camino y avanzar hacia un páramo desconocido. Así es como Jesús aprendió, por medio de un estudio exhaustivo, tal como lo hacen los hombres hoy en día.
  2. El conocimiento del Señor venía por medio de la Escritura y el Espíritu SantoSin embargo el conocimiento del Señor vino directamente de la Escritura. Él no citó a los filósofos. Él no aprendió de los eruditos. A lo largo de Su ministerio observamos que era obvio que Él escudriñó los documentos del Antiguo Testamento hasta el punto de llegar a ser imborrables de Su memoria.

Él conocía la Escritura no sólo de palabra sino en Espíritu. Habiendo leído y aprendido la Palabra escrita, Él pasó gran parte de Su vida en comunión con el Padre para que el Espíritu de la Palabra viviera en Su corazón. Fue precisamente este tipo de comunión la que le transfiguró en el monte cuando Moisés y Elías hablaron con Él (Mateo 17:2,3), ·y hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén· (Lucas 9:31).

El Señor sabía ·todas las cosas que le habían de sobrevenir· porque habían sido predichas por losprofetas y reveladas a Él por el Espíritu Santo. Por eso ·se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis?· Un Hombre, armado de conocimiento solamente, se enfrentó a la milicia romana de seiscientos soldados y los alguaciles del templo que venían con sus armas mortíferas.

C. El poder del Señor en el momento de Su arresto

  1. El poder del Señor y el ·YO SOY· En respuesta a la pregunta del Señor ·¿A quién buscáis?·, Ellos contestaron ·A Jesús nazareno·Nótese cuidadosamente como Juan dice que el Señor contestó, ·Jesús les dijo: Yo soy·. Ealgunas versiones de la Biblia los traductores añaden la palabra ·él· en cursivas, tal como lhacen en varios datos diferentes del Evangelio de Juan (Nótese que en Juan 4:26; 8:24, 56-5810:33; 13:19) el pronombre no aparece como en el original. Jesús simplemente dijo: ·Yo soy·.
  2. El ·YO SOY· del Antiguo Testamento Aquellos que eran judíos reconocieron inmediatamente que Jesús estaba usando el mismo nombre de Jehová cuando dijo ·Yo soy·. Cuando Moisés le preguntó a Dios quién diría a los israelitas que le había enviado para traerles el mensaje de liberación, ·Respondió Dios a Moisés: Yo soy el que soy. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: Yo soy me envió a vosotros· (Éxodo 3:14).
  3. El uso que Jesús le da al ·YO SOY· en Su propio ministerio También aquellos que estaban entre ese grupo y habían escuchado a Jesús hablarle a las multitudes, posiblemente recordarían Su declaración de ser el ·Yo soy·. Él no solamente usó el ·Yo soy· (EGO EIMÍ) como el nombre identificador de QUIEN era Él, sino que también usó eltérmino para decirle a los israelitas lo QUE Él era. Juan particularmente anota que el Señor expresa siete veces ·Yo soy·.
·Yo soy el pan de vida· (Juan 6:35)
·Yo soy la luz del mundo· (Juan 8:12)
·Yo soy la puerta de las ovejas· (Juan 10:7)
·Yo soy el buen pastor· (Juan 10:11)
·Yo soy la resurrección y la vida· (Juan 11:25)
·Yo soy el camino, y la verdad, y la vida· (Juan 14:6)
·Yo soy la vid verdadera· (Juan 15:1)

4. El poder de la voz de Jesús Aunque algunos en ese grupo entendieron el significado bíblico de cuando Jesús dijo: ·Yo soy·, es casi seguro que algunos de los que estaban allí que nunca habían escuchado esta original expresión judía. Sin embargo, pareciera que cuando el Señor habló todos ellos ·retrocedieron, y cayeron a tierra· (Juan 18:6). Hay algo envuelto aquí mucho más que el ·Yo soy·. Había poder en la voz de Jesús, tanto que los hombres no pudieron resistirlo aun en la noche de Su arresto.

Estos hombres eran soldados. Él era el profeta manso y humilde. Ellos eran los alguaciles deltemplo, Él era el templo que sería destruido. Ellos estaban armados. Él no tenía espada alguna. Ellos eran una multitud de más de seiscientos hombres. Él era el Nazareno solitario, pero ellos no pudieron resistir el poder de Su voz y la resuelta declaración de ·¡Yo soy!·

D. La misericordia del Señor en el momento de Su arresto

  1. La misericordia del Señor para con Sus discípulos Después que retrocedieron y cayeron en tierra, Jesús les preguntó por segunda vez: ·¿A quién buscáis?· Ellos dieron la misma respuesta que antes: ·A Jes ús nazareno·. Entonces Jesús les respondió: ·Os he dicho que yo soy·; pues si me buscáis a mí, dejad ir a éstos·. Juan señala el significado profético de esto al explicar: ·para que se cumpliese aquello que había dicho: De los que me diste, no perdí ninguno·. Aun cuando la hora de Su crucifixión se acercaba, Jesús se aseguró que Sus discípulos no compartieran Su misma muerte agonizante, sino que fueran librados por la misericordia de Dios.
  2. La misericordia del Señor para con Malco Aunque Juan no lo menciona, para cuando Juan escribió el cuarto evangelio, puede que las palabras de Lucas, el médico, hayan sido de conocimiento general, ·y tocando su oreja le sanó· (Lucas 22:51). La misericordia compasiva del Señor se extendió hasta el mismo enemigo que vino a arrestarlo.
    1. La misericordia del Señor para con Pedro
    2. Aunque Juan no menciona la sanidad de Malco, sí anota la reprimenda que Jesús le hace a Pedro. ·Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?· Claramente este fue un acto de misericordia de parte del Señor para con Pedro, guardándolo de muerte segura en las manos de los soldados romanos y los alguaciles del templo.A la misma vez, le hizo énfasis a Pedro de que Él ya estaba listo para beber de la copa de la amarga muerte que había sido preparada por el Padre para salvación del mundo.
  3. La misericordia del Señor para con la multitud Tal pareciera que Jesús estaba sólo frente a la multitud de soldados y oficiales, pero Mateo nosrelata lo que Él le explicó a Pedro, ·¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?· (Mateo 26:53). Si el Señor no hubiera tenido misericordia de ese grupo, en un instante la multitud completa hubiera sido destruida.
  4. La misericordia del Señor para con el mundo entero En vez de llamar por ángeles libertadores, el Señor se entregó a los soldados. ·Entonces la compañía de soldados, el tribuno y los alguaciles de los judíos, prendieron a Jesús y le ataron, y le llevaron·. Así empezó el sacrificio de misericordia para el mundo entero. Pablo maravillosamente resume este acto en su carta a Tito.

Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros. Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la es peranza de la vida eterna (Tito 3:3-7).

Judas, pues, tomando una compañía de soldados, y alguaciles de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allí con linternas y antorchas, y con armas.