EL INFIERNO: DE AQUÍ A LA ETERNIDAD Pastor Billy Wilson
Hace muchos años Martín Marty, historiador de la iglesia norteamericana, hablando concerniente a la teología y la predicación norteamericana, observó que “el infierno había desaparecido y nadie se dio cuenta”. Mientras preparaba una conferencia, Marty consultó los índices de varios diarios doctos, inclusive uno de 1889, y no pudo encontrar ni un solo dato sobre el infierno. Winston Churchill, a mediados del Siglo XX, expresó que “¡el declive moral de Gran Bretaña se debía al hecho de que el Cielo y el Infierno ya no eran proclamados en esta tierra¡”
Los teólogos liberales del Siglo XX y muchos otros comenzaron a excluir de sus enseñanzas los conceptos de que Dios castiga el pecado, y del infierno eterno. Inclusive el Vaticano II, convocado entre 1963 y 1965 produjo muchas páginas de documentos oficiales pero no hizo mención sobre el infierno ni siquiera una vez.
Con todo, el concepto del infierno fue discutido en gran manera durante el ministerio de Cristo. De hecho, en las enseñanzas de Cristo encontramos más sobre el infierno que sobre el cielo. Menos del 60% de los norteamericanos cree en el infierno y menos del 10% cree que van hacia allá. Las religiones alrededor del mundo tienen conceptos de la vida después de la muerte y de lugares de castigo, casi todas las personas que encontramos en la calle tienen una opinión de cómo será el infierno. Pero, ¿qué es lo que dice la Biblia? ¿Qué dijo Jesús sobre el infierno? ¿Quién va allá? ¿Cómo es el infierno? Creo que las Escrituras deben ser nuestro recurso supremo sobre este tema. Debemos permitir que la Palabra de Dios informe nuestra opinión. Palabras griegas que determinan el infierno:
Hades – encontrado varias veces en el Nuevo Testamento – lugar de los muertos –
corresponde al Seol del Antiguo Testamento, y en algún momento incluía a los muertos justos e injustos antes de la ascensión de Cristo. Ahora se refiere al hogar del perdido (Mateo 16:18).
Tártarus – Tártaro – arrojado al infierno – lugar de juicio temporal para ángeles caídos especiales(2 Pedro 2:4).
Gehena – usado 12 veces en el Nuevo Testamento. Jesús mismo usó esta palabra once veces – el valle de Hinom – valle situado en las afueras de Jerusalén – depósito de basura donde los rechazados y los animales muertos de la ciudad eran quemados.
Marcos 9:43-44 dice, “Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado”. EL INFIERNO NO FUE DISEÑADO PARA EL HOMBRE
C.S. Lewis dijo que “el infierno no es para el hombre”. Billy Graham dijo que “el infierno no fue preparado para el hombre. Dios nunca quiso que el hombre fuera al infierno. El infierno fue preparado para el diablo y sus ángeles, pero el hombre se rebeló contra Dios y siguió al diablo”.
“Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” (Mateo 25:41).
El infierno es para castigar a Satanás y aquellos ángeles que le siguieron en su rebelión contra Dios. El hombre llega a ser participante de este castigo cuando se une a Adán y su rebelión contra el Señor.
EL INFIERNO ES UNA REALIDAD
El infierno es realmente un lugar de fuego.
Lázaro y el Hombre Rico – en esta historia Lázaro muere y es llevado al seno de
Abraham, el hombre rico muere y despierta en el infierno. En el infierno elevó sus ojos. Era atormentado en la llama y separado eternamente de la tierra de los vivientes. Esto no es una parábola – un nombre real es usado. Esta es una historia de la vida real – relatada por Jesús para demostrar muchas lecciones. Incluyendo consciencia, castigo y separación.
EL INFIERNO ES PARA SIEMPRE
“E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna” (Mateo 25:46).
El castigo del infierno dura por siempre y para siempre. No hay aniquilación – no hay libertad – no hay libertad condicional – no hay posibilidad de escape. No puede disuadir a nadie para lograr su escape. No puede pagar por su salida. No puede imponer su poder para salir. EL INFIERNO ES OSCURIDAD
Mateo 8:12 dice, “Mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”.
La oscuridad es la ausencia de la luz. Dios es luz, lo que significa que Dios estará ausente de este lugar de castigo. Esto será destierro de la luz y la gloria de Dios. Mientras que en el cielo el Cordero será la luz y nunca habrá oscuridad allí. Nunca habrá luz en el infierno. EL INFIERNO ES DESESPERACIÓN
Un lugar de lloro y crujir de dientes. Completa pérdida. Remordimiento completo. Agonía y angustia total. Completa desesperación. El infierno no será un lugar de paz y descanso. Será un lugar de mortificación total. No hay paz dice Dios al malvado.
EL INFIERNO ES SED ETERNAMENTE INSACIABLE
Uno de los tormentos del infierno es el hecho de que nada traerá satisfacción. La sed que
experimentó el hombre rico revela que habrá un deseo insaciable que nunca será satisfecho para los que están en el infierno. Siempre van a querer algo que no podrán tener.
EL INFIERNO ES SEPARACIÓN
Mientras que el cielo será un lugar de reunión – el infierno será un lugar de separación. Separación de Dios y de los demás. La soledad será una de las maldiciones del infierno. No habrá compañerismo en el infierno. No habrá fiestas en el infierno. No habrá celebraciones en el infierno. Será eterna separación de Dios y de los seres queridos. EL INFIERNO ES PARA LOS INJUSTOS Y LOS NO COMPROMETIDOS
Apocalipsis 20:12-15 dice, “Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es le libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”.
Apocalipsis 21:8 dice, “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”.
El infierno está obviamente reservado para aquellos que se han rebelado contra Dios y cuyas vidas están en pecado habitual. El infierno es también para aquellos que nunca comprometieron sus corazones y sus vidas a Cristo Jesús. Para aquellos que rehusaron creer.
“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mateo 7:13-14).
No se necesita de un esfuerzo determinado para ir al infierno. Pero se necesita una decisión clara para hacer del cielo su morada. EL INFIERNO PUEDE EVITARSE
El infierno no fue creado para nosotros. Dios no quiere que vayamos al infierno. Jesús dio Su vida para que nosotros no fuéramos al infierno.
Podemos ser salvos solamente a través de la Cruz. El amor de Dios reclama el cielo. La santidad de Dios demanda el infierno. CONCLUSIÓN
El infierno no es una táctica de parte de Dios para asustarnos y hacer que nos arrepintamos. Eso es lo único que Él decidió hacer con los que le rechazan y odian. El infierno es el final de una vida sin Cristo.
En la épica de Dance, “El Infierno” él dice que las siguientes palabras están inscritas en las puertas del infierno: [“Solamente los elementos que el tiempo no puede desgastar fueron hechos antes que yo, y más allá del tiempo yo prevalezco. Abandonen toda esperanza, ustedes que entran aquí”].
Usted todavía tiene esperanza – todavía respira. Todavía puede elegir la vida.