PARA QUE CREAN
Dr. F. J. May y Dr. H. Lynn Stone
Sección I – La Luz del mundo continúa brillando (Juan 1:9)
Conferencia 2, JESUCRISTO COMO LA PALABRA VIVA (Juan 1:1 -18)
Introducción – Diseño del evangelio de Juan
1. El prólogo como “arca redentora”
Juan diseñó su evangelio de tal forma que es absolutamente bello. Es completamente
extraordinaria la forma en que el evangelio está delineado. Primero que todo, en el prólogo, en
los primeros dieciocho versículos Juan comienza con Cristo desde una pasada eternidad, le trae a
la tierra en la encarnación y en el versículo dieciocho termina con Jesús en el seno del Padre. Es
una especie de arca dinámica y redentora que trae a Cristo desde allá hasta acá y luego le lleva de
regreso a Dios. Es algo bello, maravilloso.
En ese proceso, como un péndulo que se equilibra, Jesús viene y revela todo lo que debemos
saber acerca del Dios Todopoderoso, y nos revela lo que debemos saber sobre la redención y la
salvación. Después, Él nos da el poder para que nosotros nos involucremos – para unirnos con Él
y llevarnos, por decirlo así, con Él en nuestra fe al seno del Padre.
2. El evangelio de Juan como “arca redentora”
Y eso verdaderamente – esa simple arca – es también una descripción de la delineación del
evangelio completo de Juan. Porque esa es la forma en que el evangelio de Juan está bosquejado,
en ese mismo tipo de arca. Jesús comenzará en un plano muy alto con las personas creyendo en
Él y teniendo fe, y así sucesivamente. A medida que el evangelio prosigue, veremos a lo largo
del mismo, paso a paso, diferentes grados de receptividad en las personas que creen en Él, y, a la
misma vez, varios grados de rechazo que ocurren al mismo tiempo. Algunos van a bajar otros
van a subir por el mismo arca del evangelio.
Jesús obrará un milagro. Juan no usa la palabra milagro – él le llama señal. No obstante, es un
milagro. Jesús obrará una señal, un milagro, un milagro-señal, y entre la audiencia que lo vea
habrá personas que creerán y otros que irán más profundamente al rechazo. Podemos ver el
nacimiento de la fe en algunos a medida que llegan a creer más y más; también podemos
observar como otros descienden a la oscuridad de la incredulidad a medida que llegan a rechazar
más y más.
3. El arca redentora del Evangelio
Así es el Evangelio. Es dinámico, vivo y poderoso. Nunca lo puede escuchar sin que resulte en
algún cambio en usted. Usted no se puede sentar en la congregación y oír estas palabras hoy sin
que le afecten de una forma u otra. Usted no puede quedarse en terreno neutral. O se acerca más
a Él queriendo adorarle como al Hijo de Dios y su Salvador; o sale de aquí más frío y con mayor
indiferencia hacia todo lo que Dios está haciendo en el mundo. No hay un terreno neutral.
Esa es la razón por la que debemos siempre mantener una fe absoluta en la Palabra de Dios
enseñada y predicada. Algunas veces dependemos de tantas cosas para ayudarnos, pero si tan
sólo pudiéramos tener una fe mayor en la Palabra. Porque la Palabra es poderosa. La Palabra es
viva. Es capaz de darle vida. Es capaz de sanar. Es capaz de curar. Es capaz de purificar. Es
capaz de resolver los problemas que enfrentamos.
La Palabra de Dios viva y encarnada que fue manifestada cuando Jesús vino a este mundo – esa
Palabra tiene el poder de todos los tiempos y la aut oridad del Señor Dios Todopoderoso quien la
sostiene. Dios obra con la Palabra. Él obra a través de la Palabra. Él obra en la Palabra. Él habla –
Su voz es escuchada – en la Palabra. La Biblia nos dice que no hay lugar en el mundo que Su voz
no sea escucha da porque Dios habla a través de Su Palabra viva.
A. Jesucristo es la Palabra viva de Dios
“En el principio era el Verbo . . .”. Estas palabras declaran Su igualdad. “. . . y el Verbo era
Dios”. Estas palabras declaran Su deidad.
1. Jesucristo es la Palabra viva de la creación
Juan dice, “Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada
de lo que ha sido hecho, fue hecho”. Esta Palabra eterna fue el instrumento de toda la creación.
Nada de lo que fue hecho pudo habe r sido hecho sin esa Palabra viva y dinámica. Dios
Todopoderoso hablando a través de la eterna Palabra viva crea todo tan sólo con decir: “Hágase
esto. Hágase aquello”. La Palabra viva es realmente la fuerza creativa y dinámica del poder de
Dios.
2. Jesucristo es la Palabra viva de salvación
a. La salvación de Pablo fue una nueva creación
De hecho, esa es la única forma en que Pablo lo entiende. Él describe su nuevo nacimiento no
como un nuevo nacimiento como lo hizo Juan, no como una conversión como la de los otros,
sino que dijo, “esto que experimenté, esto es una nueva creación”. Cuando una persona acepta a
Jesucristo, esta persona es nueva criatura. Es el poder creativo de Dios que simplemente obra en
la vida, la cambia y la transforma. Así de poderosa es la Palabra.
b. Nuestra salvación es una nueva creación
Debemos tener presente que la Palabra todavía es eterna, dinámica y que tiene poder creativo. La
misma cimiente del infierno tiembla cuando la Palabra de Dios sigue hacia adelante al ser
predicada. Las personas en cautividad y atadura son liberadas cuando la luz penetra a la
oscuridad de sus almas, creen en ella y se extienden para aferrarse a ella.
Es tan poderosa que transforma su vida. Ustedes, predicadores, han subido al púlpito en un valle
de desesperación y desánimo, pero se afianzan en la Palabra y la Palabra les sostiene y salen
caminando con la cabeza en alto y sintiéndose como si nunca verán otro día malo. ¿Amén?
Yo he subido al púlpito enfermo con fiebre, me afianzo en la Palabra y la Palabra me sostiene y
predico hasta sanarme porque en ello está envuelto el poder dinámico de la Palabra de Dios.
B. Jesucristo es vida y es luz
1. Jesús es vida
Juan sigue diciendo, “. . . en él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”. Aquí
encontramos todo el principio de la vida envuelto en Jesucristo, el Hijo de Dios. Pablo dice, “. . .
en él vivimos, y nos movemos, y somos . . .” (Él es nuestra existencia). No habría existencia si
no fuera por Cristo porque Él es el instrumento de vida y el principio de la vida. Esa vida que
ilumina al mundo toca a la humanidad y el evangelio de Juan declara que esa vida viene de lo
Alto. No es terrenal. Es de nacimiento divino. Es una obra sobrenatural que toca la vida de toda
la humanidad.
Usted tiene una vida eternal cuando usted es tocado por el Hijo de Dios, es restaurado, es nacido
de nuevo. Usted tiene vida eterna hoy. Usted no tiene que estar tan preocupado y vacilante de
perder su religión con cada paso que da o con cada día que pasa. Usted puede inflar sus
pulmones llenándolos de alabanzas a Dios, caminar en la fortaleza de fe y en el conocimiento del
Hijo de Dios nacido de nuevo, lleno con el espíritu, el poder y vida eternal que permanece dentro
de usted. Usted tiene vida que proviene de lo A lto.
2. Jesús es luz
Esa vida trae luz. Aquí encontramos uno de los grandes temas del evangelio de Juan. Yendo al
versículo 5, pareciera que hay cierta lucha entre la luz y las tinieblas. Pero él lo declara desde el
inicio, aunque habla de los días oscuros en la vida de Jesús, aunque habla de los tiempos
problemáticos y habla de las oscuridades externas. Juan siempre representa la luz y las tinieblas
constantemente teniendo conflictos y contrariedades; con todo, él declara que la luz brilla en las
tinieblas y que las tinieblas no la pudieron detener o prevenir.
3. La luz disipa la oscuridad
Como usted puede ver, la oscuridad es solamente ausencia de luz. No hay un elemento llamado
oscuridad. Hay un elemento llamado luz, luz creada, la luz creada por Dios. La oscuridad es
solamente la ausencia de la luz. De manera que, en cualquier lugar, no importa que tan oscuro
sra, cuando la luz llega, la oscuridad huye. ¡Oh, gracias a Dios por el poder y la acción positiva
de la “Palabra Viva” y por la luz de la verda d que cuando ilumina, disipa la tristeza, disipa las
melancolías y disipa la oscuridad! Yo le diría, deje que su luz brille en las tinieblas de este
mundo y echará fuera las fuerzas malignas y oscuras, su luz brillará y la humanidad verá
claramente la verdad y la vida que está en Cristo Jesús.
C. El poder de la Palabra viva
1. El poder del arca de redención
Volvamos al pensamiento del arca de redención. Como ya hemos visto, Juan comienza con Jesús
en la eternidad pasada. De repente versículo a versículo, paso a paso, Jesús es visto moviéndose
hacia abajo hasta que alcanza su punto más bajo en el versículo 14, “Y aquel Verbo fue hecho
carne . . .”, y vemos también la historia de Su rechazo. Es versículo a versículo, como si fuera
paso a paso que comienza a levantarse de nuevo. Y cuando llegamos al versículo 18, Él se
encuentra en el seno del Padre.
Como dijimos anteriormente, esta gran arca, que se balancea como un péndulo de otro mundo, la
que algunos llaman el “arca de redención”, expresa el tema de humillación y exaltación del Hijo
de Dios. Este es el tipo de actividad y poder que Jesús obró. Como un gran péndulo que se
balanceaba en el ambiente de este mundo en la tierra y que mientras pasaba dejó suficiente
poder, gloria y amor para tocar, transformar las vidas y llevarlas con Él a la Gloria de glorias, el
Cielo de los cielos. ¡Gracias a Dios por el poder redentor de Jesucristo, el Hijo de Dios!
2. Podemos tomar parte en el arca de redención
Movámonos juntos hacia el arca. Nótese el testimonio de Juan el Bautista quien dijo que, “No
era él la luz, sino [que fue enviado] para que diese testimonio de la luz”. Entonces Cristo entra en
el versículo 10 “. . . pero el mundo no le conoció”. Aquí tenemos la primera prueba de cómo fue
para Jesucristo haber sido rechazado y desconocido.
“En el mundo estaba y el mundo por él fue hecho . . .”. El mundo natural pudo verle y reconocer
a Su Creador, pero no las personas del mundo. Esto es lo más triste, que las personas estén tan
ciegas que pueden ver un milagro ocur riendo frente a ellas y no reconocerlo o creerlo y aceptarlo
o recibirlo.
Pero eso no es todo. Juan fue más allá porque en el siguiente versículo dice, “A lo suyo vino, y
los suyos no le recibieron”. Pero hubo una clase que si le recibió. “Mas a todos los que le
recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Eso es lo
que ocurre cuando usted viene a Cristo Jesús. Eso es lo que ocurre cuando usted le recibe. Eso es
lo que ocurre cuando usted cree en el Señor Jesucristo. Él le imparte de poder para llegar a ser
algo que usted s no podría ser, para llegar a ser algo en lo que usted nunca soñó.
Cuando pienso en mi propia vida, en el camino por el que seguía, en el desperdicio donde pude
haber estado esta noche, también pienso en lo que Dios ha hecho por mí, resulta verdaderamente
maravillo y asombroso porque ese poder transformador que obra milagros nos da la potestad de
ser hijos de Dios.
3. La humildad del arca de redención
En el mero corazón de esta arca encontramos el versículo 14, “Y aquel Verbo fue hecho carne, y
habitó entre nosotros . . .”. ¡Oh, cómo quisiera tener tiempo para predicar solamente de esto! Es
la historia de la encarnación. De manera que Juan en vez de tener una narrativa de nacimiento
habla sobre la encarnación – el Verbo vivo que vino y habitó en forma humana en carne humana.
Como puede ver, Él habitó en el tabernáculo humano. Esto es lo que realmente significa la
palabra griega en su traducción correcta: que el Verbo – Jesucristo como Verbo – era el
tabernáculo encarnado. Me gusta esa idea.
Pablo dijo que sabemos cuando el tabernáculo carnal de esta vieja habitación es disuelto, qué
importa, no permita que eso le moleste porque tenemos una habitación, un edificio de Dios, que
no fue hecho con las manos, reservado para nosotros en los cielos. ¿Quién en todo el mundo no
cambiaría la carpa en la que vive que está desgastada, deteriorada, medio rota, por una casa
edificada por Dios y reservada para nosotros en los cielos? ¡Aleluya!
Lo que está diciendo aquí es que Él habitó, vivió en la carne humana para poder conocernos y
para que le podamos conocer. Para poder alcanzarnos y para que nosotros podamos alcanzarle.
Para poder sentir nuestras enfermedades y para que nosotros podamos sentir Su gracia y
fortaleza.
4. La exaltación del arca de redención
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros . . .” y Juan lo puso entre paréntesis
diciendo “. . . y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre”. Unigénito simplemente
significa peculiar – el Hijo de Dios lleno de gracia y verdad.
Entonces Juan empieza a hablar de la gloria del Hijo de Dios. Se desplaza paso a paso y más
alto. Se desplaza un poco más alto cuando habla de que Él es más grande que Moisés – cuando
habla de la llenura de Cristo y más grande que Moisés que trajo la ley, pero la gracia y la verdad
provienen de Cristo. No la ley sino la gracia y la verdad. Finalmente después que Jesús declaró
ante el mundo al Padre, después que declaró ante el mundo a Dios y nos ayudó a entender quién
era Dios y cómo Dios es, entonces Él volvió al seno del Padre. El arca está completa; Jesús ha
hecho Su obra.
Esta es una introducción al libro entero y describe el libro entero de Juan porque es lo mismo.
Empieza en la gloria y se desplaza paso a paso a la humillación de Jesús hasta que finalmente le
vemos sobre Sus rodillas lavando los pies de un hombre simple – algo que ningún judío de ese
siglo se atrevía a hacer – y luego la muerte en la Cruz. Pero Juan no nos deja ahí porque desplaza
a Jesús al triunfo en Getsemaní, a la oración de la Cruz y a la Gloria.
Conclusión – La carta de Pablo a los Filipenses
Esto nos recuerda mucho de las palabras del Apóstol Pablo quien se une en este gran tema. Él
nos dice en Filipenses 2:5-11 sobre la gran humillación y la gran exaltación de Jesucristo
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma
de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo,
tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre,
se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios
también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el
nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la
tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”.
Juan diseñó su evangelio de tal forma que es absolutamente bello. Es completamente extraordinaria la forma en que el evangelio está delineado.