PARA QUE CREAN
Dr. F. J. May y Dr. H. Lynn Stone
Sección I – La Luz del mundo continúa brillando (Juan 1-9)
Conferencia 7, La Mujer Junto Al Pozo, Parte I (Juan 4:1-42)
Introducción
Pienso que si pudiéramos llegar a un momento en este mundo donde no seamos tan indecisos
sobre nuestras propias vidas; si pudiéramos llegar a un punto donde pudiéramos liberarnos de
nuestras vacilaciones personales. Si pudiéramos simplemente descargar nuestras vidas de los
pesos que han estado acumulándose y nos detienen de llegar al completo potencial de ser hijos
de Dios – no hay manera de estimar lo que Dios haría por medio nuestro para Su gloria.
Mientras hablamos acerca de esta bella historia de Jesús y la mujer junto al pozo, confío que de
alguna manera usted escuchará atentamente la conversación entre ellos y se dará cuenta que
Jesús no está interesado en nuestras limitaciones. Él trabaja en ellas, con nuestro consentimiento,
para que prestamente nuestras vidas lleguen a estar abiertas a Él y le veamos completamente a
Él, Su gracia y Su poder fluyendo en nosotros.
Jesús busca personas que puedan ser convertidas en arroyos y afluentes que emanen de Su
gracia, poder, gozo y amor. Por decirlo así, hay tantos pozos estancados en la experiencia
cristiana que el Señor quisiera ayudarnos a dejar todas nuestras vacilaciones – las barreras que
detienen la gracia, el Espíritu y el poder de fluir y obrar a través nuestro.
Ahora bien, si usted tiene completa libertad en Dios, en Su Palabra y en Su Espíritu, puede que
este mensaje no signifique nada para usted. Pero si usted ha luchado para ser más lleno de Su
gozo y ser un cristiano más efectivo; si usted ha luchado al querer ser más poderoso en sus
oraciones y más fuerte en su fe, para ser lleno de la fe y la gracia de Dios, entonce s este mensaje
puede tener algún significado para usted.
A. El panorama de la historia
1. El impulso divino
La Biblia nos dice que Jesús en Su viaje no tomó la ruta usual que los judíos tomaban, yendo de
un lugar a otro para evitar la ciudad de Samaria, la entera sección de Samaria. En vez de ello,
había un impulso y apremio divino que le motivaba a pasar en medio de ella. “Y le era necesario
pasar por Samaria”. Había una razón especial. Tal pareciera como si Él estuviera ensanchando
Su ministerio, propósito e intención de alcanzar a otros y permitir que otros vean la luz de la
verdad y la gracia de Dios.
2. Los samaritanos
Cuando fue a Samaria, Él estaba haciendo lo que muy pocas personas harían durante ese tiempo,
porque Samaria se había vuelto una olla de amalgamar, especialmente en los siglos pasados
cuando llegó a ser dominada por otros. Había caído alrededor del año 722 A.C. y después de esto
los paganos y las religiones paganas le infiltraron hasta que se volvió en una olla de amalgamar
con todo tipo de religiones y pueblos. Era el barrio segregado de Palestina en tiempos de Jesús.
Pero Él fue directo al centro del mismo.
3. El pozo
Al medio día, mientras viajaba, habiendo caminado una gran distancia, Él se sentía cansado y
debilitado. Se sentó junto al pozo de Jacob esperando por alguien que sacara agua para que Él
pudiera beber, ya que el hueco del pozo era profundo y no podía sacar agua del mismo. No tenía
nada con que sacar el agua. Sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar comida para el
almuerzo.
4. La mujer al medio día
Una mujer vino al medio día. Eso era muy inusual porque la mayoría de las mujeres venían
temprano en la mañana antes que el día calentara. Se reunían alrededor del pozo y pasaban la
mayor parte del tiempo alrededor del pozo. Sacaban agua y conversaban. Se ponían al día con
todo lo que tenían que decirse. Lo único es que esta mujer no se sentía en libertad para reunirse
con ellas. Ella era como una repudiada y era caracterizada de tener una mala reputación,
habiéndose casado siete veces y ahora viviendo en pleno pecado. Así es que ella no era
bienvenida a la hora normal para sacar agua.
5. Jesús y la mujer samaritana
Ella era la última persona que nos imagináramos a la que Jesús se acercaría. Por ejemplo,
pudiéramos imaginar que esta mujer era la última persona que Él usaría para establecer una
iglesia cuando llegara a una ciudad. Pero sabe qué, el Señor tiene una forma de hacer las cosas
en el momento menos esperado y en el lugar menos acostumbrado con las personas más
inesperadas y cambiar eso a algo valioso, bello y maravilloso.
Él tiene la forma de tomar las cosas débiles y convertirlas en fuertes, tiene un estilo de
simplemente tomar las cosas que no cuentan y cambiarlas a cosas ventajosas. Él inclusive toma
los cero a la izquierda y los coloca a la derecha. Él puede tomar las cosas que son insignificantes
y convertir las significantes en nada.
De manera que empezó a hablar con esta mujer cuando ella vino a sacar agua. Me imagino que
antes de hablar con ella Él en Su corazón y en Su mente la entendió con todo y las horribles
irresoluciones que ella tenía. Si pudo llegar a su corazón y a su mente, Él tuvo que haber
atravesado todo tipo de barreras. Ella había edificado una vida entera de pecado, y esa misma
barrera de pecado, ese ingobernable pecado que domina la vida de las personas es lo que les
detiene de venir a Cristo Jesús y saber la verdad. Ellos se programan a pensar en términos de
iniquidad y maldad. Ella tenía las barreras raciales y religiosas. Cualquiera de ellas es suficiente,
pero todas ellas estaban en esta mujer que vino a sacar agua al medio día.
B. La irresolución del pensamiento humano
1. El deseo por entendimiento humano
Jesús comenzó con algo natural tal como lo hizo con Nicodemo. Con Nicodemo Él habló sobre
el nacimiento, el nuevo nacimiento. Aquí Él habla del agua. Simplemente le dice, “¡Dame de
beber!”
Cuando hacemos la comparación de estas dos personas que Jesús entrevistó, es interesante que
ambos quieren encontrar a un sabio y culto Rabí. El maestro, el gobernador de la sinagoga de los
judíos, hizo muchas preguntas sobre cómo podía ser esto y aquello tratando de razonar las cosas
en su propia mente. Ahora esta mujer hace preguntas de la misma forma. ¿Cómo puede ser esto?
¿Cómo se puede obtener esa agua?
Como ve, no importa cuál sea el nivel de vida de las personas, todos quieren usar su poder de
razonamiento humano para entender la Palabra de Dios, la voluntad de Dios y el Espíritu de
Dios, pero no lo entienden. Muchas personas dicen que obtendrían el bautismo con el Espíritu
Santo si tan sólo pudieran entender de lo que se trata.
2. El aceptar a Cristo debe hacerse por fe
Amigo (a), quisiera decirle que no hay nada, de esta antigua salvación, de nacer de nuevo de ser
perdonado (a), de ser hecho (a) hijo (a) de Dios, de ser llenos del Espíritu, que podamos
comprender o entender con nuestro razonamiento humano. Usted tiene que ver a Jesús y
alcanzarle por fe, ver todo esto con fe tal como usted es y aceptarle. Una vez que usted lo haya
experimentado, aunque es un gozo inexplicable, con todo usted sabe, usted sabe de lo que se
trata.
Esto es lo que detiene a mucha gente de obtener las cosas espirituales. Primero ellos quieren
entender. Quieren interpretarlo en sus propias mentes, en vez de simplemente adentrarse en fe y
decir, “¡Señor, no tengo que entenderlo todo, tan sólo quiero un toque tuyo!”
3. El Espíritu es libre de obrar con voluntad propia
Las dos personas preguntaron, “¿Cómo puede ser esto?” Jesús les contestó de la misma manera.
A Nicodemo le dijo que el viento soplaba, así es como el Espíritu obra. A la mujer le dijo que el
agua corría, así es como el Espíritu obra. ¡Oh, aleluya!
Quisiera que de alguna forma pudiéramos apegarnos a demostraciones simples, prácticas y
sencillas como esas. Tal como el viento sopla, no sabemos de dónde viene o a dónde va, así es
como obra el Espíritu. Tal como el agua corre en un susurrante arroyo claro, gracias a Dios el
Espíritu Santo obra, se mueve, toca y refresca nuestras vidas.
Usted no tiene que entender por qué. A veces me maravilló al pensar cuando Simón Pedro entró
en la casa de Cornelio y encontró un grupo temeroso de Dios. Ellos sabían de Dios, un poquito
de Su Palabra. No sabían nada del Pentecostés, con todo, él comenzó a predicarles de Jesús y el
Espíritu cayó sobre ellos porque tenían fe en el Hijo de Dios. ¡Aleluya! Usted no tiene que
entenderlo todo. Ponga su fe en Jesús y permita que Dios le toque con Su santa presencia y
poder. Así es como viene.
4. Jesús es lo que Él da
En ambos casos les dejó saber que era Él “la fuente de poder, del Espíritu, de vida, del agua
viva”. En todo el evangelio de Juan Jesús siempre se identifica con lo que nos da. Jesús es lo que
Él da, Él es el Pan de vida. Nos da luz, porque Él es la Luz del mundo; así es que si usted toma
algo que proviene de Dios usted debe tenerle a Él primero.
Muchas personas quieren bendiciones religiosas. Muchas personas quieren lo que la Palabra
ofrece, pero no quieren tomar a Jesucristo como su Salvador, Señor y Maestro. Pero si us ted
obtiene Su sanidad, usted debe tenerle a Él, el Sanador. Si usted obtiene Su amor, usted debe
tenerle a Él quien es la fuente del amor.
5. Jesús dirige a la mujer en los pasos de la fe
Aunque estaba un poco confundida, la mujer contestó quizás en una manera más positiva que la
de Nicodemo. Su respuesta a lo que Jesús dijo demuestra que ella pasó por diferentes niveles de
entendimiento e iluminación hasta que llegó a la cúspide del entendimiento espiritual, la
revelación y fe en Cristo Jesús.
En las pr imeras cosas que ella contestó, ella le habló desde el punto de vista de que Él era judío.
Casi como si fuera a escupirle a la cara. Luego, ella le llamó profeta porque Él parecía tener
palabra de ciencia. Y más tarde, Él es el Cristo. Finalmente casi al terminar el episodio, Él era
llamado el Salvador del mundo.
6. Jesús todavía dirige paso a paso
Vemos a través del libro de Juan estas gloriosas y maravillosas ilustraciones donde las personas
van paso a paso por varios niveles de fe y entendimiento. Quisiera decirle hoy que el Señor está
listo para guiarle paso a paso. Puede que usted esté luchando. Puede que usted tenga un
conflicto. Puede que haya lucha en su corazón. Pero quiero decirle que Jesucristo el Hijo de Dios
vendrá a usted.
Tal como Jesús necesitó pasar por Samaria, así Él necesita pasar por donde usted se encuentra.
Él le tomará de la mano y le llenará con vida y poder celestial. Él le levantará paso a paso y le
ayudará a subir la escalera de la revelación y el entendimiento divino que brinda fe y poder.
¡Aleluya!
Pienso que si pudiéramos llegar a un momento en este mundo donde no seamos tan indecisos sobre nuestras propias vidas; si pudiéramos llegar a un punto donde pudiéramos liberarnos de nuestras vacilaciones personales.